7 Consejos para elegir la fecha de tu boda

A simple vista pudiera parecer que elegir la fecha de la boda es algo tan sencillo como abrir un calendario y señalar un día. Nada más lejos de la realidad... ¡toma nota!

1.- Tiempo de planificación. Permitíos de 6 meses a un año para planificar el enlace. Tomaros las cosas con calma y sin agobiaros, aunque sin pasarse. El tiempo en exceso tampoco es bueno, ya que no podréis pensar en otra cosa hasta que llegue el día. Además en más de un año pueden pasar cosas que os obliguen a cancelar el enlace, como un embarazo o la pérdida de empleo.

2.- Presupuesto. Debéis pensar cuanto tiempo necesitáis para ahorrar el dinero suficiente para cubrir con todos los gastos. No os dejéis llevar pensando que una lista de boda será suficiente.

3.- Disponibilidad. Si tenéis preferencia por una iglesia o finca en particular deberéis mirarlo antes de elegir una fecha definitiva. En las grandes ciudades puede que haya incluso lista de espera para determinados lugares.

4.- Fechas especiales: aniversarios, nacimientos u otras fechas que os recuerden algo especial.

5.- Temporada alta. En España son los meses entre junio y septiembre, seguido de mayo, junio y octubre. Fuera de temporada os será más fácil encontrar el lugar adecuado e incluso os saldrá más económico. El día de la semana también influye en esto último. Aunque sábado sería el día ideal (ya que el domingo se puede descansar), muchas fincas y restaurantes ofrecen banquetes en viernes y domingos con mejores precios por estar menos solicitado.

6.- Invitados de fuera. Si tenéis invitados que vengan de fuera tened en cuenta si estos tienen vacaciones o días libres para poder asistir. Si además tienen que ir en avión, en temporada alta les supondrá un gasto aún mayor y quizás no puedan asistir.

7.- Vacaciones. Tener unas largas vacaciones y disfrutar de una romántica luna de miel sería el final feliz del cuento. Poneros de acuerdo antes de decidir nada.

Pasarán días e incluso semanas antes de tener una fecha definitiva, pero no te agobies, ¡esto es sólo el principio!